La banderilla
De nuevo toca una historia sobre las redes sociales. Ésta ocurrió hará ya unos tres años, pero aun la recuerdo como si fuera ayer y ahora me río a carcajadas al pensar en ello, pero en su momento, me cagué en la madre que matriculó a la Aceituna que era la reina de la llamada banderilla.
Siempre he sido una enganchada a todas las redes sociales y cuando salió la famosa serie de libros de "Los Sin Colmillos", yo andaba metida en Foros y Webs de dicho fenómeno, chateando con personas de todo el mundo e incluso creando grandes amistades con personas que aun, hoy día, siguen perteneciendo a mi círculo de amigos aunque se encuentran a varios kilómetros de donde yo me hayo. Lola y Naminé fueron dos de esas personas que aun siguen aquí y que también vivieron esta alucinante experiencia en la que, ni los mismísimos actores de la saga Sin Colmillos, serían capaces de interpretar con tanta credibilidad como lo hizo la Aceituna junto al Pepinillo y la Cebollina.
Sí, habéis acertado. Eran tres individuos, aunque al principio el grupo era más extenso pero conforme el pastel se fue pudriendo hasta el punto en que el hedor se hizo insoportable y las moscas cojoneras se instalaron junto a la mierda, fue decreciendo hasta convertirse en el trío Banderilla y su imaginación digna de la prodigiosa mente de George R.R Martin.
Todo comenzó un día en que la Aceituna creó la mejor historia de ciencia ficción jamás escrita, digna para un estudio paranormal del señor Iker Jímenez. y que todas las de dicho foro, como infantes que aun creen que los Reyes Magos vienen a por el agua y la comida que se les deja bajo el árbol la víspera de Reyes a cambio de dejarte la bufanda más horrenda del mercado y unos calcetines que a las dos veces de ponértelos se les hace un tomate y tu dedo se refresca, creímos la mentira hasta que se volvió como una mala película de serie B, de esas que dan todos los sábados en Antena 3 y que la gente ve porque los fines de semana no hay nada mejor.
Aceituna, sabedora de la confianza que se había labrado con todas nosotras dentro del club de fans de los Sin Colmillos, lugar donde se colgaban todas las noticias sobre los actores en su día a día, para seguirlos como perras en celo en cada momento de su vida, aprovechó la oportunidad para comenzar a lanzar con cuenta gotas noticias que más tarde descubriríamos que se trataban de mentiras que ella había inventado para ser alguien en el mundo.
Tengo que decir que aun me siento como una idiota por haber creído la mentira. Es ridículo. Me siento ridícula aun por ello, pero cuando crees que alguien es tu amigo, al que le cuentas cosas personales y mantienes un contacto casi diario, sueles confiar en las cosas que dice.
Su afán de protagonismo fue tal que no se le ocurrió otra cosa que mostrar una foto de uno de los actores de Sin Colmillos, acompañado por una desconocida chica y un niño y en el pie de foto, citaba: "La Española de Wolf".
Ahí se desató el CAOS. Cientos de mensajes privados vagaron libremente por el foro en busca de respuestas, de confirmaciones de que aquello era cierto. Largas noches de conversaciones por el mensajero en el que más de diez personas hablábamos como locas deduciendo, buscando pistas de que aquello era una mentira.
No las encontramos.
Incluso teníamos al admirador celoso de la Aceituna que se cagaba en la madre que parió al señor Wolf por haberle quitado a su princesa de zapatos de cristal, el Pepinillo.
El Pepinillo pobre, estaba desquiciado, contándonos su pobre vida, harto de que su inexistente historia de amor por la Aceituna se hubiera transformado en un sueño efímero de un futuro que él creía próximo pero que se vio invadido por un famoso que incluso le había comprado un coche para que se moviera por Marte, mientras la Cebolleta, gran amiga de la aceituna, era la que nos informaba a todas de cómo iba la relación entre Wolf y Aceituna.
Hasta que un día, Cebolleta desapareció sin dejar rastro. Las noticias se terminaron después de que unas cuantas, viéramos conversaciones extrañas en su perfil de El Mensajero en el que, no os lo perdáis, otro famoso, esta vez español, se suponía que acosaba a la Cebolleta. Ahí ya fue cuando todo comenzó a venirse abajo con la misma rapidez que las torres gemelas.
La preocupación se hizo intensa entre nosotras. No dejábamos de preguntar tanto a la Aceituna como al Pepinillo (el cual tampoco daba señales de vida, suponiendo que fue abducido por un grupo de extraterrestes hippies) y resultó ser que había ocurrido una tragedia en la vida de la Cebolleta, una muerte por sorpresa de la persona que la trajo al mundo con el añadido de un coma profundo o inducido (aun está por verificar) por la impresión que le produjo la noticia.
Sí pensáis que es cruel que bromee o utilice el sarcasmo con un tema tan peliagudo como es la muerte de un ser querido que supondría un trauma a cualquiera al que le ocurriera, como a casi todos nos ha pasado, agarraos a vuestros asientos cuando os descubra el pastel.
Después de que todos le mostramos nuestras condolencias a la Cebolleta por medio de la Aceituna, (ya que era la única que parecía seguir con vida), la Bgirl (que anteriormente había sido amiguisima de la Aceituna), desveló el secreto guardado que ya comenzaba a ser uno a voces porque fuimos tontas del culo todas las que la creímos, pero todo tiene su límite y nosotras lo alcanzamos antes de resultar más patéticas todavía.
Aceituna, Cebolleta y Pepinillo resultaron ser todos la misma persona tras una ardua investigación de rastreo de IP. Sí, se multiplicó. Su cuerpo mutó y le produjo un trastorno de personalidad múltiple y se hizo pasar por la Cebolleta y el Pepinillo para que su historia con el señor Wolf no pareciera inventada porque tenía a verdaderos amigos imaginarios que la apoyaban, pero cuando las sospechas nos alertaron de que ahí había gato encerrado y nos pusimos a investigar, Aceituna tuvo que hacer algo al respecto para desviar la atención de su romance con Wolf (lógicamente también fruto de su extensa imaginación) y decidió cargarse a la madre de la Cebolleta (también inventada. Pobre señora...) y para más inri, dejar a la Cebolleta vegetal a causa del trauma por la muerte de su madre. Solo quedaba el Pepinillo. Una vez se deshizo de su gran amiga la Cebolleta, Pepinillo también debía desaparecer de forma sutil.
Dejó de aparecer por el foro...
Sin más. No hubo señales nunca jamás de él.
No sabemos si murió o volvió al planeta del que había venido, Narnia. Y ella, la artífice de todo este entramado rebautizada como Banderilla después de enterarnos de su multipersonalidad, desapareció cagando leches del foro después de que todas nos cagáramos en la madre que la matriculó.
Ahora me río, pero en ese tiempo os juro que quise estrangularla con mis propias manos. No por su invención sobre una relación con un famoso de lo mas surrealista, si no por jugar con la muerte de un ser querido como es una madre cuando sabía que yo había perdido a la mía quince días antes de que Aceituna dijera que la madre de Cebolleta había muerto y ésta estaba en coma.
Fue cruel y nos hizo llegar a la conclusión que le faltaba un hervor. Su vida debía ser muy triste para inventarse a dos amigos imaginarios, además de que supo controlarlo muy bien durante meses, tan bien que caímos más de diez personas en su absurdo juego.
Conclusión : No confíes ni siquiera en lo que ves porque en la vida, hay muchas Banderillas ocultas que intentan llamar la atención de las formas más surrealistas que te puedas imaginar. Hay mucha gente bipolar en el mundo pero con Aceituna, me quedó demostrado que lo suyo es demencial porque no es que fuera una jovencita de diez años aburrida en su casa, no, tenía sus casi treinta años, un hijo y creíamos que algo de cabeza para hacer este tipo de cosas, pero resultó que las personas que parecen que deben ser más maduras debido a las circunstáncias de su vida, son las más infantiles, pero oye, al menos demostró que J.K Rowling no es la única que puede crear un mundo mágico. Ella lo hizo y nos metió a todas aunque al final todo se desmoronó. Ya no se podía sostener.
Hasta la próxima historia queridos.
Fdo. La arpía