No hay nada mejor que encontrar un lugar para que uno desahogue sus cosas. Un rincón en el que poder ser uno mismo, contado cosas que en realidad a la gente no le importan en absoluto, pero que nosotros mismos, para sentirnos mejor, decidimos explicarlas de forma anónima para creernos que así se arreglaran.
Por desgracia, no se arreglan, pero ayuda escribirlo, contarlo, relatarlo o lo que sea que queramos hacer con esta información.
¿Por qué me llamo la Arpía? Fácil.
Os dejo la definición de Arpía según la mitología griega para que os hagáis un poco a la idea.
En la mitología griega, las Harpías o Arpías (en griego antiguo Άρπυια Harpyia, ‘que vuela y saquea’) eran inicialmente seres con apariencia de hermosas mujeres aladas, cuyo cometido principal era hacer cumplir el castigo impuesto por Zeus a Fineo: valiéndose de su capacidad de volar, robaban continuamente la comida de aquél antes de que pudiera tomarla. Esto las llevó a pelear contra los Argonautas.
En tradiciones posteriores fueron transformadas en genios maléficos con cuerpo de ave de rapiña, horrendo rostro de mujer, orejas de oso y afiladas garras, que llevaban consigo tempestades, pestes e infortunio. Esta es la forma que acabó por imponerse y que ha pervivido hasta la actualidad.
Las arpías tienen dos caras, la buena y la mala. Yo vuelo por el mundo en busca de saquear la información para desentrañarla y sacar mis propias conclusiones e ideas, puedo ser o muy buena o también muy mala así que me parece un nombre bastante idóneo para ponerme, ya que quiero mantener mi identidad oculta ante miradas y personas indiscretas.
La finalidad de este blog es contar cosas sobre mi día a día y criticar ciertas cosas que me parecen políticamente incorrectas. Siempre manteniendo el anonimato. No vaya a ser que entonces aparezcan más Arpías desde las cuevas mas recónditas del Universo y se inicie una guerra.
Bienvenidos a las historias de la arpía y espero vuestros comentarios
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