sábado, 28 de diciembre de 2013


Navidad, navidad, ¿jodida navidad?


El año se acaba y estoy deseando de que eso ocurra. Hoy no es una historia como las anteriores, más bien una entrada en la que desahogo mi ira contra aquello que tanto me molesta.
Odio estas fechas. Nos rodeamos de la falsedad de la familia, a la que solo vemos para estas fechas tan señaladas, soportando como la abuela a la que no soportas porque siempre va de víctima con el mundo entero, comienza con las puyitas porque tu otro abuelo se comporta mejor que ella y los celos le remueven las entrañas, sacando a esa Bruja mala que lleva escondida en su interior ocultándola bajo la cara de corderito degollao que cuela con todos menos con la Arpía y su hermana la Furia.
La tía, a la que solo ves ese día aunque te haya estando invitando a su casa durante todo el año para quedar bien, mantiene una fría sonrisa falsa que no se la traga ni mi gato. Sus intentos por mantener unida a una familia que ya no quiere estarlo, son en vano. La familia se rompe cuando la persona que la sostenía por su grado de consanguinidad perece dejando un vacío que nadie más puede rellenar y las ganas de cortar toda relación cada día crecen más en mi interior. Mi verdadera familia son la Furia, El padre de todos y mi Bombón, además de mi gato y la familia de mi Bombón que es completamente distinta a la mía, por suerte.
Los formalismos acabaron en cuanto ella se fue de nuestras vidas. ¿Para qué fingir que eres feliz cuando en realidad matarías a todos? Es una hipocresía lo que nos rodea en estas fiestas y en mi caso, durante todo el año con personas como estas que para mí no son nada aunque compartamos sangre. ¿Por qué desear Feliz Navidad si en tu interior la felicidad nunca llega?
Se supone que la familia es el apoyo del cual amarrarnos cuando llegan los peores momentos, yo y Furia, no lo recibimos cuando de verdad lo necesitamos. Tuvimos que hacer frente a una situación traumática casi solas, con el Padre de todos apenas se podía contar, algo lógico debido a que el lo sufrió a su manera. Fuimos desplazadas. El victimismo de la tía falsa y la abuela bruja es patético. Siempre nos hacen quedar a mí y a Furia como las malas de la película. Las nietas que no van a ver a la Bruja, las nietas que no llaman, las que supuestamente solo aparecen por interés y para pedir cosas.
¿Interés por estar incómodas en un sitio? Jamás. Voy si me da la gana y en estas fiestas me he visto obligada a ello, por suerte, Furia nos dio la excusa perfecta para salir corriendo cuanto antes, eso sí, despotricando a gusto contra todo que se quedó ella después de reventar por culpa de comentarios que la ofendieron. Yo me escabullí antes de enterarme de nada, sin embargo, si hubiera estado presente ante los desplantes de la Bruja, la hermana de la Bruja y el Marisquero de su marido, habría sacado la Arpía que llevo dentro y la mosquita muerta que creen que soy, lo habría dado todo por liarla en un día que debería ser para festejar y disfrutar, convirtiéndolo en el Apocalipsis apoteósico que acabaría por desvincular mi relación con esa gente para siempre jamás.
Sí. Yo soy la pequeña de la familia. La que ha callado durante mucho tiempo porque antes creía que la familia era importante, que había que cuidarla, pero cuando no se te cuida, tu mente hace ¡zas! Y te vuelves egoísta. La que no ha dicho ni mú cuando algo ocurría, pero cuando es a la Furia a quien se la toca con ataques gratuitos que la hunden, MA-TO, como diría cierta princesa del pueblo. Ella es mi hermana, la única que tengo y a la que quiero cuidar de por vida porque nadie lo hace como debería hacerlo y necesita más apoyo del que nadie cree. Basta ya de amargármela porque al próximo que me la toque, le araño con las garras de Arpía insuflándole un letal veneno y se acordarán de mí para toda la vida e incluso después de muertos entre terribles sufrimientos.

Conclusión: 2013 termina ya, que estás siendo un año asquerosamente largo y haciendo balance, las cosas malas vencen por goleada a las buenas.


¡Feliz año! Ya que ese es el convencionalismo…pero mejor os digo, que disfrutéis este nuevo año y que las cosas buenas puedas vencer a las malas.

Fdo. La Arpía.

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